Nos encontramos en Puglia, en la región del Gargano, hace más de cien años…
Para nosotros, gente del sur, la tradición quiere que el primogénito tome el nombre del abuelo paterno para poder continuar con la tradición del nombre.
Al final de 1800, Berardino Clemente (el bisabuelo) empezó una actividad de comercio de almendras y aceite.
Su hijo Michele, y su nieto Berardino supieron seguir de la mejor manera con dicha actividad.
Berardino no sólo consiguió mantener fuertes las relaciones comerciales empezadas por su padre Michele, sino que también supo también convertir sus bien conocidas capacidades de degustación en un punto de fuerza comercial, convirtiéndose, de esta manera, en un partner estratégico para las grandes empresas de envase del norte de Italia, para las que seleccionaba y compraba el aceite pullés.
Sin embargo, a Berardino Clemente éso no le era suficiente.
Él logró entender que, para honorar el trabajo de su padre y de su abuelo, tenía que valorar el producto en su tierra.
Él empezó, entonces, la actividad de embotellamiento y les transmitió todo lo que él ya sabía en relación a la degustación y al cultivo a sus dos hijos Michele y Antonello. En 1983, con sólo sesenta años de edad, Berardino desapareció prematuramente y repentinamente. Sus hijos, todavía muy jóvenes (Michele con 24 años y Antonello con 20), al crecer en el perfume fuerte y intenso del aceite, decidieron que esta historia no podía terminar.
Ellos retomaron las relaciónes con los productores, los molinos de aceite, y las empresas del norte y, a pesar de su muy joven edad, demostraron grandes capacidades y madurez dignas de las enseñanzas de su padre. Dentro de pocos años, Carla, la tercera hija, decidió unirse a ellos encargándose de la parte administrativa.
De allí a poco, la inventiva y el valor de los chicos les trajo más allá y decidieron engrandecer la empresa que se volvió dentro de pocos más de 20 años en una empresa líder en el sector olivarero y a la vez grande protagonista en el mercado tanto italiano como internacional del cual se encarga Ilenia, la ultimogénita de Berardino.
El sueño de Berardino encuentra hoy se ha hecho realidad. La empresa OLEARIA CLEMENTE hoy día no produce sencillamente aceite sino que también le da una gran valía a su producto, a su tierra, en su tierra, al manejar directamente todas las fases del proceso productivo, del cuidado de las inmensas extensiones de olivos hasta la gestión de las más modernas y certificadas instalaciones de transformación y embotellamiento. Nada escapa a los rigurosos controles efectuados por la empresa en la empresa misma.
Esta es la historia de una familia italiana.
Olearia Clemente, el productor más grande de Aceite de Oliva.